Wang Hongwen

Discurso en el mitin de benvenida a las delegaciones camboyanas a Beijing

 


Pronunciado: El 3 de abril de 1974 en el Gran Palacio del Pueblo, en una reunión de bienvenida a delegaciónes del Frente Unido Nacional de Camboya (FUNC), del Gobierno Real de Unión Nacional de Camboya (GRUNC) y de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación Nacional de Camboya (FAPLNC).
Primera vez publicado en castellano: En "Mitin de Pekín acoge a los distinguidos huéspedes camboyanos", revista Pekín Informa, #15 (17 de abril) de 1974, pp. 15-17.
Esta edición: Marxists Internet Archive, agosto 2008.


 

 

Llegados del frente a la gran retaguardia a traves de un largo viaje los compañeros de armas camboyanos nos han traído la amistad combativa del pueblo camboyano y gratas noticias sobre sus nuevas victorias, lo cual constituye un gran estimulo para el pueblo chino, empeñado en la campaña de crítica a Lin Piao y Confucio y en la revolución y la construcción socialistas.

El pueblo camboyano es un pueblo heroico con una tradición revolucionaria de oposición al imperialismo. Han librado una lucha larga e inflexible contra el imperialismo y en pro de la independencia de su patria y de la dignidad nacional. Cuatro años atrás cuando el imperialismo yanqui montó un golpe de Estado reaccionario y realizó una agresión masiva a Camboya, el pueblo camboyano se levantó en armas con un intrépido heroismo revolucionario e inició una impetuosa guerra contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional.

En los cuatro años transcurridos, el heroico pueblo camboyano se ha mantenido estrechamente unido en torno al FUNC con el Jefe de Estado Samdech Norodom Sihanouk como Presidente, y ha enarbolado la bandera de resistencia a la agresión norteamericana y por la salvación nacional, ha desafiado dificultades y sacrificios, ha perseverado en la guerra popular y ha logrado brillantes victorias. Las Fuerzas Armadas Populares de Liberación Nacional de Camboya han crecido y se han robustecido en medio de las llamas de la guerra revolucionaria y se han desarrollado en un ejército popular imbatible, y han hecho enormes hazañas por la causa de liberación nacional de Camboya. Las areas liberadas que se expanden constantemente y el poder político popular que se viene consolidando, presentan un panorama prospero. El Gobierno Real de Unión Nacional, que es el único gobierno legal del pueblo camboyano, se ha venido granjeando un creciente prestigio internacional y ha establecido relaciones diplomáticas con un numero de países cada vez mayor. El pueblo chino, entrañable camarada de armas del pueblo camboyano, siempre ha considerado como suyas propias las victorias del pueblo camboyano y ha sentido sincero regocijo por ellas. Extendemos otra vez nuestras calurosas congratulaciones al hermano pueblo camboyano.

La guerra del pueblo camboyano contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional es otro ejemplo brillante en el mundo contemporáneo de una nación pequeña que se atreve a resistir a la agresión de una nación grande. Camboya es un país con una población de sólo siete millones, y está enfrentado a su enemigo, el imperialismo norteamericano armado hasta los dientes. Sin embargo, el pueblo camboyano está decidido a tomar su destino en sus propias manos. Osa despreciar a un enemigo gigantesco y se atreve a tomar las armas. Ha perseverado en la lucha, ha transformado su propia fuerza de pequeña en grande, de débil en fuerte y ha conquistado hoy victories tan vastas. Esto es justamente como lo señaló el gran líder del puebo chino el Presidente Mao en su declaración del 20 de mayo de 1970, “quien sostiene una causa justa gana amplio apoyo mientras quien sostiene una causa injusta carece de apoyo. Un país débil puede derrotar a un país poderoso, un país pequeño puede derrotar a un país grande. Siempre que el pueblo de un pequeño país ose levantarse en lucha, se a atreve a empuñar las armas y tome en sus manos el destino de su propio país, podrá indefectiblemente derrotar la agresión de un país grande. Esta es una ley de la historia.”

Las victories del pueblo camboyano se deben a que el FUNC y las FAPLNC se han apoyado firmemente en el pueblo y han persistido en su acertada línea de independencia, autodecisión, autosostenimiento y guerra popular. Con sus victories, el pueblo camboyano no sólo ha asentado una sólida base para la independencia y la liberación de su país y ha aportado sus fuerzas a la justa causa de los tres pueblos indochinos, sino que también ha estimulado y apoyado enérgicamente a todas las naciones y pueblos oprimidos y ha hecho una importante contribución a la lucha revolucionaria antimperialista de los pueblos del mundo entero.

En la actualidad, el pueblo camboyano prosigue su victorioso avance y lucha heroicamente por lograr victories aún mayors. La invasion directa de las fuerzas terrestres norteamericanas fue repelida; su política de bombardeo cayó en bancarrota; el plan de la llamada “khmerización” de la Guerra ha sido repetidamente frustrado por el pueblo camboyano. La camarilla traidora de Lon Nol se halla asediada y está hundiéndose. Sólo puede encerrarse en Pnom Penh y otras ciudades aisladas, postergando su liquidación. Aunque el imperialismo yanqui sigue reforzando su suministro de ayuda, dando transfusions de sangre y reanimando a la camarilla traidora de Lon Nol, nada de esto podrá salvarla de la inevitable derrota.

El pueblo chino apoya decididamente la declaración de cinco puntos del Jefe del Estado de Camboya, Samdech Norodom Sihanouk, y el programa politico Nacional de Camboya, y se reafirma por el Congreso Nacional de Camboya, y respalda firmemente al pueblo camboyano en su lucha contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional. Los Estados Unidos deben poner fin a todo su apoyo y ayuda a la camarilla traidora de Lon Nol. El problema de Camboya debe ser resuelto por el propio pueblo camboyano sin ingerencia foránea. Nos asiste la firme convicción de que la Victoria sera del heroico pueblo camboyano y que surgirá una Camboya independiente, pacífica, neutral y democrática.

La actual situación internacional se hace cada vez major. La caraterística fundamental del desarrollo de la situación radica en el gran desorden bajo los cielos. “En la torre brama el viento; se acerca la tormenta de la montaña”. El gran maestro revolucionario Lenin decía que “para el imperialismo es sustancial la rivalidad de varias grandes potencies en la aspiración a la hegemonía”. En el mundo actual hay dos superpotencias, que intensifican su disputa por la hegemonía valiendose de unas cuantas bombas atómicas que tienen en sus manos. Esto es determinado por su naturaleza imperialista. Una de las superpotencias ocupa muchas regions y hace esfuerzos desesperados para mantenerlas bajo su dominio; la otra extiende sus tentáculos por todas partes y se entromete donde pueda. Estratégicamente, el punto clave de su disputa es Europa. Mientras tanto, también contienden enconadamente en el Medio Oriente, el el mundo árabe, en el Mediterráneo y hasta en el océano Indico. Hablan de distension, pero, de hecho están empeñados en la contienda. Su disputa así como su agresión, subversion, intervención, control y saqueo por todas partes han agudizado en gran medida las diversas contradicciones fundamentals del mundo, han promovido el despertar y la solidaridad de todos los pueblos del mundo y han suscitado su enérgica resistencia. Se extiende por todo el planeta una oleada de lucha contra el imperialismo, el colonialismo, el neocolonalismo, el hegemonismo, el sionismo y el racismo. Al actuar contra la corriente histórica, las dos superpotencias inevitablemente se dan de cabeza contra una pared por todas partes y tropiezan con dificultades cada vez mayores. Se pavonean en apariencia y se fingen tranquilas; en realidad, se hallan en la situación que describe el verso: “Caen las flores, ¡qué le vamos a hacer!” Los países quieren la independencia, las naciones quieren la emancipación y los pueblos quieren la revolución. Esta corriente histórica no puede ser detenida por nadie.

El imperialismo, tal como Lenin señaló en repetidas ocasiones, significa agresión y guerra. La guerra es inevitable mientras el imperialismo exista. Estamos llenos de fe en el porvenir del mundo y, al mismo tiempo, mantenemos en alto la vigilancia y nos preparamos para enfrentar los ataques sorpresivos del socialimperialismo y los disturbios que provoquen en el mundo las superpotencias. Aplicando firmemente la enseñanza del Presidente Mao de “hacer preparativos para enfrentar la guerra, hacer preparativos contra las calamidades naturals y hacerlo todo en bien del pueblo”, hacemos todos los preparativos necesarios. Sean cuales fueren las circunstancias que se produzcan en el mundo, firme e invariablemente el pueblo chino permanecerá unido, con todos los pueblos del mundo y luchará junto a ellos.

Saludamos calurosamente las grandes victories logradas por los tres pueblos indochinos en su guerra contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional y apoyamos con toda firmeza sus Justas luchas. Respaldamos firmemente la solemne y justa posición tomada por el Gobierno Revolucionario Provisional de la República del Sur de Viet Nam por la cabal realización del acuerdo de París así como la propuesta de seis puntos para realizar la paz y la Concordia nacional en el Sur de Viet Nam recientemente formulada por el Gobierno Revolucionario Provisional de la República del Sur de Viet Nam. Los Estados Unidos y la administración saigonesa deben cumplir verdaderamente todas las cláusulas del acuerdo de París y poner término a todos sus actos violatorios del acuerdo. Respaladamos firmemente la correcta posición tomada por el Frente Patriótico de Laos para la completa aplicación del acuerdo de Vientiane así como la justa lucha del pueblo laosiano para realizar la Concordia nacional y construir un Laos pacífico, independiente, neutral, democrático, unificado y próspero. Estamos convencidos de que los tres pueblos indochinos, enarbolando la bandera de la Conferencia Cumbre de los Pueblos Indochinos, estrechando su unidad y apoyándose recíprocamente, vencerán todas las dificultades y obstáculos y realizarán sus respectivas y sagradas aspiraciones nacionales.

Apoyamos firmemente al pueblo coreano en su justa lucha por desalojar la interferencia foránea y por la reunificación independiente y pacífica de su patria; apoyamos firmemente a los pueblos árabes, incluyendo el palestino, en su lucha contra la agresión sionista israelí y por la recuperación de los territories ocupados; apoyamos firmemente al pueblo palestino en su justa lucha por la restauración de sus derechos nacionales; y apoyamos firmemente a los pueblos de Asia, Africa y América Latina en su lucha contra el imperialismo, el hegemonismo, el colonialismo, el neocolonialismo, el sionismo y el racismo, y en su justa lucha por conquistar y mantener la independencia nacional y salvaguardar la soberanía estatal, desarrollar la economía nacional y defender los recursos nacionales. Apoyamos firmemente todas las justas luchas de los pueblos del mundo.

China y Camboya son íntimos vecinos hermanos. Existe entre nuestros dos pueblos una larga y tradicional amistad. En la prolongada lucha revolucionaria antimperialista, siempre hemos simpatizado el uno con el otro y nos hemos apoyado mutuamente. En los últimos años en particular, nuestra solidaridad y amistad se han consolidado y desarrollado aún más. Nuestra amistad resistirá todas las pruebas y nadie podrá socavarla. El pueblo chino siempre ha considerado como su ineludible deber internacionalista el apoyo al pueblo camboyano en su guerra contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional, el Presidente Mao, gran líder del pueblo chino, emitió una solemne declaración proclamando ante el mundo entero la solemne y justa posición del pueblo chino en apoyo de la lucha del pueblo camboyano contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional. Recientemente, el Presidente Mao volvió a enseñarnos que somos comunistas y debemos ayudar al pueblo y que no ayudarlo significa traicionar al marxismo. Grabadas en la mente las enseñanzas del Presidente Mao, el pueblo chino está determinado a respaldar firme e invariablemente la justa lucha del pueblo camboyano hasta su victoria definitiva.