Leon Trotsky

LA NOBLEZA POLACA NO QUIERE EL TRATADO DE PAZ

Mientras que enviamos una delegación para la firma del tratado de paz a Riga, Pilsudski al mismo tiempo declaro a los periodistas polacos que no es posible hacer un tratado de paz con la Rusia soviética, que se hace necesario destruir por la fuerza combatiendo a la Rusia Soviética, que es, el Ejercito Rojo. Haciendo esta declaración la cabeza de la republica de la nobleza polaca muestra que el gobierno polaco habla sobre la paz solo permite aplacar a sus obreros y soldados, pero es, de hecho, el esfuerzo para continuar la guerra.

Ciertamente, se puede decir que uno no puede darle mucha fe en lo que Pilsudski dice: él es una figura de poco peso, algo parecido como nuestro Kerensky. Ninguno de ellos puede finalmente reunirse, ninguno de ellos actúa ni en palabras. Kerenski lanzo la ofensiva frenética aventurera del 18 de junio en contra de los alemanes, jurando grandes juramentos, jactándose y terminando mal (sobre la ofensiva del 18 de junio de 1917, ver nota 5 del tomo I) Pilsudski, alardeo a gritos, lanzó una ofensiva en Ucrania, y no logro buenos resultados. Al finalizar la guerra sin victorias le significo a para ellos la perdidas de los últimos vestigios de buena fe siquiera entre la pequeña burguesía chovinista. Para los obreros polacos revolucionarios, por un lado, y de los capitalistas eficientes y serios, por el otro, han terminado por largo tiempo de creerle a Pilsudski, como, aquí, se había terminado por creerle a Kerensky. Es por que Pilsudski tuvo un error craso en el final sangriento prometiendo paz, para apaciguar a los obreros y a los soldados desgastados, consolando a los chovinistas con esperanzas extremamente estúpidas a favor de una derrota de la Rusia obrera y campesina.

En consecuencia, uno puede no acordar mucho valorando lo que Pilsudki dice. Sin embargo, la cuestión no esta solo confinada a Pilsudki. En donde la cuestión de la paz con la Rusia soviética se relaciona, Pilsudski casi en apariencia expresa la opinión de todas las clases dominantes de Polonia, las cuales no quieren suscribir el tratado de paz. Esto es más que evidentemente demostrado por parte del último telegrama enviado por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia, el príncipe Sapieha, a nuestro Comisario del Pueblo para Asuntos Extranjeros, el camarada Chicherin. El príncipe polaco ha propuesto al Gobierno Soviético ni más ni menos más que el inicio de las negociaciones en Riga no solo con la delegación de Polonia pero también con "la delegación del Gobierno de la Republica Democrático Ucraniano".

¿Cuál es esta República? ¿Dónde se encuentra? No sabemos. Lo que existe es la Republica Soviética de Ucrania, la cual forma parte de la Federación Soviética Rusa. Es cierto, el Gobierno de la Rada de Kiev se hace proclamar el Gobierno de la "República Democrática" de Ucrania. Pero ese estado de gobierno caduco hace largo tiempo ya. El anterior cabeza de estado de la Rada de Kiev, Vinnichenko [El nacionalista ucraniano Vinnichenko, quien había emigrado en 1919, volvió en el otoño de 1920 y dio apoyo expreso a favor de los Soviets. Sin embargo, se alejó de su posición pronto en lo venidero, retomo su oposición al poder soviético.] tuvo que repudiar sus errores anteriores franca y honestamente y llego a estar del lado de la Ucrania Soviética. Otro miembro del gobierno, el atamán Petlyura, se ha vendido a todos quienes querían comprado, y terminaron por introducir los servicios de Pilsudki.

Cuando avanzamos en Kiev, Pilsudski demando la restauración del atamán Petlyura con sus derechos legítimos. Pero este ardid acabado en una omisión miserable: el Ejército Rojo lo arreo afuera de Ucrania a Petkyuria, junto con su jefe Pilsudski.

Después de que, no se escuchó más de Petlyuria. La delegación de la nobleza polaca llego a la ciudad de Minsk a negociar con las Repúblicas soviéticas de Ucrania y de Rusia. Nuestra delegación para suscribir el tratado de paz incluye al camarada Skrypnik, representando a Ucrania, la delegación polaca ni siquiera expresaron ni una palabra acerca de algún gobierno ucraniano aparte del único soviético. Fue suscripto por ambas delegaciones que negociaron ser trasferidas a Riga, el príncipe polaco pregunto a nuestro gobierno obrero y campesino si estamos complacientes al negociar con el gobierno de Petlyuria.

¿En el nombre de que territorio viene suelto de cuerpo Petlyuria a hablar? ¿En nombre de Ucrania? Pero Ucrania esta de nuestro lado, en mano de los obreros y campesinos de ucrania. ¿En el nombre de Galicia oriental, quizás? Pero, en primer lugar, una parte sustancial de Galicia oriental está ocupada por parte del Ejército Rojo, y, en segundo lugar, la nobleza polaca no va a regalarle ni un ápice de Galicia oriental a Petlyuria, donde hay muchos estratos de terratenientes polacos.

¿Qué significa la iniciativa del príncipe polaco? Esto es muy claro. La nobleza polaca no quiere suscribir el tratado de paz con nosotros, y una vez más ponen en marcha sus antiguas demandas, es decir, con Petlyuria van entre las dos, que hagamos una ucrania de obreros y campesinos actualmente hasta incluso con la nobleza polaca.

La demanda es impudente y a la vez ridícula. Uno puede llegar a pensar que realmente que Polonia nos ha abatido. ¿Donde? ¿Cuándo? ¿Cómo? Es cierto, nos retiramos de Varsovia. Pero, en contraste de eso, arreamos a la nobleza polaca fuera de Ucrania, limpiándoles de Lituania, liberando a toda Bielorrusia. No intentamos, ni queremos intentar, conquistar Polonia. Nuestra entrada a Polonia tuvo el propósito de acabar urgentemente a la nobleza polaca haciendo la paz. Y hoy no tenemos proyectos militares sobre Polonia, sus fronteras o perjudicar su independencia. Simplemente queremos paz.

Pero desde que la nobleza polaca otra vez ha aprendido la cuestión de Ucrania, esto significo que no querían paz. Evidentemente, la lección que les fue dada no fue lo suficiente para ellos. El Ejército Rojo en el frente occidental están preparados para repetir esa lección.

El 11 de septiembre de 1920, Lida, en el camino, No 125