Marcel Hic

 

Bajo el signo del Frente Obrero:

La Conferencia Nacional del Partido Obrero Internacionalista (POI)

 

 


Escrito: La primera quincena de enero de 1943.
Primera publicación: La Vérité, No. 40 (15 de enero, 1943), pag. 2.
Traducción al español: Por Emiliano R. Monge, 2017.
Esta edición digital: marxists.org, junio de 2017.


 

 

Fiel a su tradición de democracia proletaria, nuestra organización llevó a cabo durante varios días, a principios de enero, en una ciudad de Francia, a pesar de todas las dificultades materiales y policiales, un Consejo Nacional al que asistieron representantes de todos los sectores esenciales de la organización. La reunión fue una dedicada para desarrollar los medios políticos y de organización específicos para intensificar y ampliar la acción de clase del proletariado, para recrear su lucha y unidad, y dirigirla a través la expansión de la influencia, en sus filas, de la vanguardia revolucionaria para tomar el poder y el establecimiento de los Estados Unidos Socialistas de Europa y el mundo: en todos estos puntos, un acuerdo absoluto fue encontrado entre los representantes del Comité Central y los delegados de las fábricas, de los lugares de trabajo, de las ciudades. 

 

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Con la apertura de su trabajo, el Consejo Nacional ha rendido homenaje a la memoria de nuestros compañeros MEICHLER GUEGUEN y BOURHIS, caídos bajo las balas de la Gestapo, los compañeros LESOlL DE LEE, NOPERE, RENNERY, el Partido Comunista Revolucionario de Bélgica (IV Internacional) muertos en un campo de concentración cerca de Hamburgo, al camarada Sneevliet y sus compañeros del RSAP Holandés, fusilados por la Gestapo, la Conferencia se dirigió a los camaradas de la organización, que por docenas, conocieron la prisión, los campos de concentración y la deportación, así como al camarada CANNON, secretario de la Internacional, encarcelado por el imperialismo norteamericano, y todos los militantes de la IV Internacional sobre la cual cae la represión en el mundo entero. 

Examinando la situación política internacional y en Francia, el Consejo Nacional aprobó los informes sobre este asunto presentados por el CC, que hacen hincapié en la profunda crisis del imperialismo mundial y el incipiente surgimiento de una nueva ola luchas proletarias y revolucionarias. El Consejo Nacional subrayó la gravedad de la crisis en la que la burocracia precipitó a la U.R.S.S. y que las ofensivas imprudentes aún pueden empeorar. Se ha querido destacar el carácter contrarrevolucionario de la política del imperialismo estadounidense. Estudiamos las terribles consecuencias que tuvieron para la cohesión de la clase obrera la política del frente nacional y del terrorismo, dirigida por el Partido Comunista: constatamos que a pesar del enorme aparato y del prestigio del mismo, no fue capaz de llevar las grandes masas trabajadoras más que al saco del chovinismo y la acción individual, mientras que los trabajadores de todo el mundo se han alineado de forma espontánea en formas de acción autónoma, que nuestra pequeña organización, a pesar de su soledad y aislamiento, ha abogado. Llegamos a la conclusión de la necesidad de intensificar los esfuerzos para movilizar a la clase obrera en la lucha por sus propios fines y de ubicar detrás a la masa de la pequeñoburguesía en esta lucha.

Las tesis del Secretariado Provisional de la IV Internacional en Europa hacen hincapié en que sólo los Estados Unidos Socialistas de Europa y del Mundo pueden ofrecer una solución a la cuestión nacional, pero al mismo tiempo las secciones de la Cuarta internacional deben combatir en la primera fila por las reivindicaciones nacionales de las masas, ligarse a esa lucha de las masas trabajadoras por sus propias demandas, y así hacer que la pequeñoburguesía se oriente hacia el lado del proletariado en la lucha por el poder obrero y campesino.

Pero es sobre todo el problema de la organización de los cuadros obreros, de la preparación de las masas a las grandes luchas por venir, lo que tuvo lugar a grandes discusiones. Desde la victoria de junio de 1936, seis años interrumpidos de ofensiva fascista y reaccionaria, de combinaciones equívocas y traiciones de las direcciones obreras, han dislocado las filas de la vanguardia proletaria, desuniendo a las masas trabajadoras mismas.

El movimiento de luchas que surja no puede dejar de luchar antes de alcanzar el único propósito para el cual vale la pena luchar, el poder obrero y el socialismo. Estas luchas, sin embargo, serán en vano si la clase obrera no puede unir, organizar, sistematizar sus luchas: desde luego, ni la relación de fuerzas ahora, ni las condiciones de ilegalidad ayudan a establecer, por ahora, una organización que abarque a todas las masas y que se prepare para la toma del poder; pero ahora es posible unir en un frente obrero sólido a los más conscientes activistas militantes de la clase obrera; militantes sindicalistas, activistas comunistas, trotskistas, anarquistas, ex secretarios de las secciones sindicales de empresas, antiguos delegados de fábrica, combatientes de junio del 36, los combatientes de noviembre del 38, la juventud que se ha formado en la dura escuela de la ilegalidad.

Asimismo, el Consejo Nacional ha ratificado por unanimidad el proyecto de carta a la organizaciones obreras para la creación de un Frente Obrero, que fue presentado por el CC. En particular, destacó que el texto sea el punto de partida de una propaganda y por un trabajo de organización intensa en toda la clase trabajadora. Se pidió a los compañeros del Partido ser los organizadores de la clase obrera, en la fábrica, en los lugares de trabajo, en los barrios. Si somos fieles a la política bolchevique del frente único, que rechaza cualquier distinción artificial entre la unidad en la cúpula y la unidad en la base, no tenemos que olvidar que el propósito fundamental de la política de frente obrero es preparar la profunda organización de las masas por sí mismas y, por lo tanto, está en el lugar de trabajo, la morada en que debe hacerse el esfuerzo esencial para organizarse en un frente, en una sola unión por el combate, los cuadros y militantes de la clase obrera, sin distinción de partido o de tendencia.

Si es esencial para encontrar la cohesión elemental clase obrera como clase, no es menos unirse en un bloque sólido más consciente los militantes obreros más conscientes y los más consecuentes de la clase obrera: la lucha por un frente obrero debe por lo tanto necesariamente ser completado por la lucha por la reconstrucción del partido revolucionario del proletariado. En la medida en que se precipitan los acontecimientos sociales, ya que, en los próximos meses, la clase obrera se encontrará metida en los primeros experimentos decisivos, es importante para la aceleración del trabajo de consolidación de la vanguardia revolucionaria. Es particularmente importante que esta consolidación se lleve a cabo en el seno de un partido listo para reclamar su responsabilidad en la acción diaria de la clase obrera, haciendo con ella la experiencia de la lucha de todos los días, aportando en cada caso con sus demandas y reivindicaciones, sus soluciones organizativas, sus perspectivas. La reconstrucción del Frente Obrero debe permitir que la clase obrera recupere la cohesión necesaria para el combate; la participación del partido revolucionario en la lucha diaria de la clase obrera debe permitir demostrarle a ella, a través de las luchas de cada día, el camino de la revolución.

Esta es la razón por la C.N. decidió darle a la organización el nombre con el que luchó en junio de 1936, la sección de la IV Internacional en Francia será ahora de nuevo el Partido Obrero Internacionalista. Al tomar esta decisión, el Consejo Nacional no ha entendido que la organización, en su estado actual, sea el partido de la revolución constituida. El POI, por el contrario, es actualmente una forma vacía, apenas esbozada, del partido bolchevique, forma que le resta llenar, desarrollar, crecer, alimentar, reuniendo bajo la bandera de la Cuarta Internacional a todos los luchadores sinceros de la revolución proletaria. También el CN, tras dar la bienvenida a poner en pie el reagrupamiento revolucionario, instó de cara al CC a intensificar los esfuerzos en este sentido y luchar por el fortalecimiento de los lazos con la vanguardia obrera, permitiendo a todo el proletariado participar con éxito en el camino de la lucha por los Estados Unidos Socialistas de Europa y del Mundo.