Salvador Allende

Palabras ante los ejecutivos de la industria automotriz “Peugeot”


Pronunciado: El 15 de septiembre de 1972.
Versión digital: Eduardo Rivas, 2015.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 4 de febrero de 2016.


Señor Embajador de Francia, Pierre de Menthoun;

Señor Vice Presidente de “Peugeot”, Francis Ruugle;

Estimados compañeros Ministros de Economía, Hacienda, Vicepresidente de la CORFO; Tierras

y colonización, y Agricultura;

Señor General Director de FAMAE, Carlos Valenzuela;

Señores dirigentes de la industria “Peugeot”;

Trabajadores de la industria automotriz:

Una vez más, en una ceremonia sencilla nuestro país da un paso significativo y trascendente, en torno a la racionalización de la industria automotriz.

En severas licitaciones ya el Gobierno se ha pronunciado, en el caso del automóvil pequeño, como aquí se ha dicho, por Citroën, y en el caso del vehículo mediano, por Peugeot, habiendo declarado desierta la primera licitación y planteando exigencias justas para defender el interés de Chile, sin detrimento del legítimo interés de las industrias que pudieran interesarse.

Me parece innecesario insistir después de la clara exposición del compañero y amigo Carlos Matus, Ministro de Economía, sobre la importancia trascendente que tiene para nosotros el encarar la producción del automóvil mediano ahorrando una cifra elevada de divisas, sobre todo, en estos momentos en que Chile necesita más y más de ellas, tanto por problemas derivados de compromisos que pesan sobre Chile como la deuda externa, como ‐y lamentablemente‐ por el cerco económico que se tiende invisible y visiblemente en contra de este Gobierno, por el delito tremendo de darle un perfil nacional a los intereses de nuestra Patria.

Por eso, es importante el destacar que para nosotros tiene una significación específica, clara, el hecho de que podamos ahorrar divisas, y haber encontrado en Peugeot entendimiento para este aspecto fundamental para el país. Además, la firma Peugeot tiene una larga tradición de eficacia y eficiencia técnica, está vinculada a Argentina, hecho que a nosotros también nos preocupa y nos interesa ya que Chile ha elevado extraordinariamente su intercambio comercial con los países signatarios del Pacto Andino, y especialmente, con este país -Argentina‐ no signatario del Pacto Andino, pero con quien hemos mantenido y mantendremos las mejores relaciones en todo el campo de la actividad, no sólo comercial.

La posibilidad de exportar producción especializada significa elevar en un nivel técnico la capacidad chilena; y esto es también, de importancia extraordinaria.

Me ha interesado preocuparme y espero que sea posible que el taller de forja pueda quedar en FAMAE, como un aspecto de la política del Gobierno de incorporación de las Fuerzas Armadas ‐y FAMAE es una industria dependiente del Ejército de Chile‐ al proceso del desarrollo económico, y a su vinculación con la producción industrial, rompiendo un poco los tradicionales marcos de la seguridad nacional, para avanzar a un concepto mucho más profundo y mucho más amplio que es la defensa nacional.

La incorporación de las Fuerzas Armadas al proceso productivo nacional, su presencia en áreas de producción estratégica e industrias de este tipo, es fundamental para Chile.

Por ello, expreso mi satisfacción, de la misma manera que quiero señalar que es digno de hacerse resaltar lo que ha planteado Carlos Matus, en torno a la ubicación, en distintas provincias de la actividad automotriz, que será ostensiblemente incrementada, trayendo, como consecuencia de ello, un impulso regional, provincial o local, que nos interesa extraordinariamente. Una política justa está destinada a una descentralización administrativa y económica, por eso es que también nosotros propiciamos en el Proyecto de Constitución que enviaremos al Congreso, una vez que lo haya estudiado el Pueblo de Chile, la creación de las Áreas Geográficas y Económicas, como una concepción distinta de la comuna, y con la presencia, también, en un aspecto distinto de la comunidad, en las Asambleas Vecinales. Pero, en esencia, nos interesa vitalizar el concepto de Zona Geográfica económica que tiene una mayor dimensión que la división tradicional y política por provincias.

Como no está transmitido radialmente, lo puedo decir, tengo una duda: se han cargado demasiado a Los Andes y se han olvidado de San Felipe, creo que puede haber problemas -digamos‐ de factibilidad económica, pero me interesa que eso se vea bien, porque son dos pueblos que integran una misma provincia y que mantienen una amistosa y pujante rivalidad.

No quisiera “cargar demasiado el platillo” hacia Los Andes.

Por último, y en homenaje a la verdad estando aquí, el Gerente de Peugeot en Chile, debo decir una frase que encierra mucho, en mi mal francés: “on revien toujour face a l´amour”. El primer auto que yo compré, pagándolo al contado, el primer auto nuevo que compré fue un Peugeot; paso el tiempo y me trasladé al Fiat y voy a tener que volver al Peugeot porque nunca tendré un auto grande. La vida es así, y es una buena experiencia.

Señor Embajador, señor Vicepresidente de Peugeot, Francia, yo creo que este es un acto sencillo, pero trascendente, que además de impulsar el proceso industrial de Chile significa ‐y esto para nosotros tiene mucha importancia‐ afianzar a través de esta, iniciativa industrial, los vínculos que siempre hemos tenido con Francia, con la cual le une a todos los hombres y juntamente a nosotros una larga admiración por su tradición, su ejecutoria y por su historia.