Salvador Allende

Palabras en la visita que hiciera a la industria del Área Social ex-Yarur


Pronunciado: El 4 de noviembre de 1972.
Versión digital: Eduardo Rivas, 2015.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 5 de febrero de 2016.


Estimadas compañeras y estimados compañeros de la industria “ex‐Yarur”:

He llegado hasta aquí, en compañía de los Ministros Pedro Vuskovic y Gonzalo Martner y del Edecán Militar, Comandante José Mela.

He querido venir a saludarlos y estar con Uds. algunos minutos; he venido a expresarles la satisfacción, que como Compañero Presidente tengo, al saber que Uds. cumplen los planes de producción que la Administración de la Empresa se ha trazado, Administración de la que forman parte, fundamentalmente los trabajadores. He venido a decirles que nunca dudé que los trabajadores ‐entendiendo por tales a los obreros, a los campesinos, a los técnicos, a los profesionales‐ responderían a la demanda de Chile, sabrían contestar a la agresión externa e interna. A la externa, patrocinada y ejecutada por el imperialismo norteamericano, que era dueño de las riquezas del cobre, del salitre y del hierro; y a la agresión interna de los sectores de la vieja oligarquía, que han pretendido y pretenden impedir el cumplimiento del Programa que llevara al pueblo al Gobierno.

Ayer se cumplieron dos años de nuestra ascensión al Gobierno y no es esta la oportunidad de reseñar lo que hemos hecho. Eso sí, que yo puedo decir, que hemos ido cumpliendo aceleradamente, el compromiso contraído con los trabajadores, con el pueblo de Chile, con Chile y con su historia. Y esto no lo ha hecho un hombre ‐aunque sea el Presidente de la República‐ ni los partidos que forman la Unidad Popular; lo ha hecho la clase obrera organizada, los partidos populares y cientos y miles de chilenos que, sin tener domicilio sindical o político, están junto a su Gobierno, porque son trabajadores y comprenden que estamos realizando en Chile un proceso de cambios profundos, que ha tenido y tendrá dificultades, pero que implica sustituir el viejo régimen por una concepción social diferente que ha de terminar en la estructuración de una sociedad socialista.

Este es un proceso largo, difícil realizado en nuestro país dentro de los marcos de la democracia burguesa, en pluralismo, democracia y libertad. Chile no es un país socialista; nos falta mucho y mucho y mucho para que lo sea; Chile tiene todas las fallas del viejo régimen capitalista y ninguna de las ventajas del socialismo; tenemos más dificultades que otros pueblos que avanzaron hasta el socialismo, porque ellos lo hicieron al margen de los conceptos constitucionales y legales, con las armas en la mano. Nosotros, lo hemos hecho frente a la realidad chilena, a su historia, a la constitucionalidad. Y aquí los problemas se complican entonces, porque existe una oposición; aquí hay gente que, con derechos establecidos en la Constitución y la Ley, repite legalmente lo que nosotros queremos hacer, pero hay otra gente opositora, sediciosa, fascista, que utiliza los más despreciables medios, para impedir el avance en las realizaciones populares, porque comprenden que este es un proceso irreversible, que no hay vuelta atrás y que cada paso que damos afianza más el poder de los trabajadores.

Por eso, en diversas oportunidades los sectores que no piensan como nosotros, sobre todo los sectores políticos, aun aquellos que antes tenían antagonismos se han unido -fundamentalmente en el Congreso, donde la Unidad Popular es una minoría‐ para dificultar el despacho de las Leyes y con ello retrasar el avance ‐aun en el campo humano y social‐ de las iniciativas del Gobierno que presido.

Por ejemplo, el Ministerio de la Familia. ¡Qué cosa más importante, más indispensable, en un país donde todavía existe un 25% de hijos ilegítimos! Donde muchas veces, en un porcentaje muy alto, no existe la obligación del hombre frente a la mujer, porque no existe el matrimonio legal sino sencillamente existe la convivencia, que siempre, en la inmensa mayoría de los casos, perjudica a la mujer que a veces engendra 2 o 3 hijos, y después de eso el hombre con el que vivió, convivió, la abandona. Queda ahí una madre, sin que tenga a nadie que responda, más que su propio esfuerzo, para cuidar a sus hijos.

Como no despachar el Proyecto del Ministerio de la Familia, cuando ‐repito‐ todavía existen desigualdades flagrantes entre los derechos de la mujer ‐que son diferentes ante la ley‐ y los derechos del hombre. La mujer que está en condiciones inferiores, la mujer a quien se le niega la capacidad jurídica que tiene el hombre, la mujer que tiene dificultades para trabajar, que tiene dificultades para estudiar. Para qué hablar de la madre soltera, que tiene todas las trabas de una moral injusta y ninguna protección efectiva. Para qué señalar una vez más, lo que representa la desigualdad ante la Ley entre los hijos legítimos y los hijos ilegítimos. Qué culpa tienen los hijos de que los padres no se hayan casado; sin embargo nacen marcados.

Por ejemplo, en la Escuela Militar no puede entrar ningún hijo que no sea legítimo. Sin embargo el fundador de la Escuela Militar, el fundador del Ejército de Chile, el padre de la Patria, Bernardo O’Higgins, fue hijo natural y la oligarquía lo despreciaba y lo llamaba “el huacho Riquelme”. Y “el huacho Riquelme”; es el padre de todos los chilenos, porque hizo posible la Independencia de este país. (Aplausos).

Piensen Uds. cómo sufriría Isabel Riquelme, la madre de O’Higgins, en esa época, frente a les prejuicios, que si ahora existen cómo existirían haca 150 años. ¡Calculan Uds. cómo sufriría esa mujer!

Nunca otro Gobierno encaró estos problemas; nunca otro Gobierno se preocupó de estos aspectos humanos que en esencia son los que más nos preocupan, porque queremos poner la economía al servicio del hombre, no el hombre al servicio de la economía.

Cómo no va a ser importante, señores, para Uds. el despacho del proyecto del Ministerio de la Familia, cuando todavía en este país hay miles de chilenos al margen la previsión social, a pesar de que hemos incorporado 730 mil chilenos a la previsión. Y vamos a dar previsión, desde los sacerdotes de todos los credos, hasta los pirquineros y pescadores, que carecían de ella.

Le vamos a dar, al mismo tiempo, previsión frente a los accidentes del trabajo, a cerca de 2 millones de estudiantes, que nunca se imaginaron que iban a tener esta previsión legal.

Estos son hechos, son hitos, marcados en el camino de la Unidad Popular y realizados por el Gobierno que presido, que es el Gobierno de los compañeros trabajadores.

Pero nos combaten porque hacemos estas cosas que ellos nunca pudieron hacer, porque no las sienten, y nos quieren quitar las herramientas para perfeccionar nuestras ideas. Pero nos combaten, fundamentalmente, porque para hacer estas cosas, necesitamos más recursos, y para tener más recursos tenemos que ir en contra de los grandes monopolios, y sobre todo ‐y ya hemos ido‐ en contra del capital foráneo, que se llevaba extensas riquezas de nuestro país.

Es por eso, que los trabajadores tienen que tener conciencia de los problemas nacionales. No hay nada que no entienda una obrera o un obrero, cuando tiene interés por entenderlo. De allí, la obligación que emana de que los dirigentes sindicales y los dirigentes políticos vengan a las industrias, a las fábricas, porque estas Empresas estatizadas son la base del desarrollo económico del país. Como lo son el cobre, el hierro, el carbón, el salitre, el petróleo, el acero.

Pero estas industrias textiles constituyen un porcentaje extraordinario, elevadísimo de obreros y obreras, y por lo tanto, su producción es esencial para el país. Pero cada trabajador de Ex‐Yarur tiene que tener conciencia que esta empresa le pertenece, porque le pertenece al pueblo. No es propiedad de Uds. compañeros; es propiedad de todo el pueblo de Chile.

Y así como yo felicito, estimulo, destaco la importancia que tiene la capacidad creadora de los que aquí laboran, he visto con orgullo de chileno, cómo Uds. han creado la sustitución de importaciones, de repuestos; cómo Uds. han parchado los repuestos importados que envejecieron antes de tiempo y los siguen haciendo funcionar.

Es que cada cosa tiene un valor especial ahora, porque es nuestra. Y ya lo he dicho, hay que ahorrar en la luz, en el papel, en el hilado, en el repuesto, todo tienen que cuidarlo, compañeros. Ahí entré, por ejemplo, a un baño y estaba corriendo la llave del agua. ¡Malo! No puede desperdiciarse el agua porque no nos sobra agua. Entré, en cambio, a la sección máquinas y calderas y felicité a los compañeros; tanto que les pregunté si era porque yo iba a venir. Era un espejo ‐negro, claro‐ pero era un espejo que relucía.

De esto es de lo que tienen que tener conciencia. Y no pueden pensar los trabajadores de esta industria, que van a tener ventaja tradicional; ha habido un proceso único, que yo tengo la obligación de ventilar frente a Uds. las ventajas tradicionales que han sacado algunos trabajadores, o los trabajadores textiles, después del proceso de la victoria popular, no son los reajustes y aumentos de sueldos y salarios; ventajas lógicas en un proceso no rentado; es lo justo en un proceso de redistribución del ingreso, porque indiscutiblemente los sectores laborales son los que tenían ingresos más bajos. Pero además, han tenido ventajas adicionales, recibiendo en especies una cantidad superior a las necesidades familiares. Eso tiene que terminarse. A mí me produce frecuente dolor, saber que algunos compañeros, a dos cuadras de la fábrica, en lugar de llegar a su casa con la tela, la vendan con lo cual fomentan el mercado negro. ¡No son revolucionarios! ¡No son auténticos obreros! ¡No son auténticos chilenos los que así proceden! Y si cometieron el error, ellos mismos, ustedes, tienen la obligación de impedir que esto siga ocurriendo, ¿por qué? Porque va en juego la moral revolucionaria de la clase obrera y esa moral revolucionaria de la clase obrera, no puede tener precio, compañeros, ni granjerías, ni ventajas personales. (Aplausos).

No siempre los trabajadores conocen el proceso de una empresa o de una industria, y por cierto, no siempre tienen la razón. Todavía tenemos la tarea de tiempos pasados. Creen que todavía está aquí don Amador… ¿Cómo se llamaba el otro?… (Risas).

Todavía se piensa que están los patrones viejos. ¡No! son ustedes los patrones de ustedes mismos. No puede haber enfrentamiento entre los trabajadores que son ustedes y los dirigentes de las empresas de los trabajadores; además, esta es una empresa del Estado. Y tienen que entender que el proceso del sueldo y del salario, está en relación con la política general de sueldos y salarios.

Qué disparate sería decirles, compañeros, “si ustedes ganan por hora E°15, ahora van a ganar E°20, 30”. No, pues compañeros, qué sacan con tener más billetes si no hay cosas que comprar, Este país no estaba preparado para un mercado de consumo interno, como el que hoy día tenemos. Piensen que había 250 mil cesantes, sólo en Santiago, y que hemos dado trabajo a 230 mil cesantes. Eso significa que 600 mil chilenos tienen hoy día oportunidad de comprar y de comer, porque ese jefe de familia, hombre o mujer, está trabajando o laborando.

Como no tenemos la totalidad del poder y no hemos podido, todavía, disminuir la capacidad de compra exagerada que han tenido y tienen los sectores poderosos de la alta burguesía y de la mediana burguesía chilena. Entonces, frente a una producción limitada, a pesar de que echamos a andar la capacidad ociosa de las industrias, que representaba un 25% de capacidad parada, siempre faltan cosas. Hay más dinero circulando que cosas que vender; fuera del contrabando organizado, porque este es un país excepcionalmente barato todavía, compañeros, a pesar de las alzas recientes.

Pero si hay críticas que hacer, me alegro que ustedes entiendan que también hay cosas que reconocer. ¿Cómo no reconocer, por ejemplo la demostración de lealtad y de adhesión del pueblo al Gobierno que presido, el 4 de septiembre, cuando a lo largo de Chile se movilizan 1 millón 600 mil chilenos desde Arica hasta Magallanes? Cuando las alzas estaban en las nubes y todavía no llegaba el reajuste, cuando la derecha y la reacción pensaron que yo iba a estar solo en la Plaza con los Ministros, se encontraron con que 700 mil personas, hombres, mujeres, ancianos y muy pocos niños, se reunieron con cariño, con fe, comprendiendo que por sobre las alzas estaba una gran conquista, comprendiendo que históricamente, estamos luchando por la independencia económica de Chile. (Aplausos).

Este paro: decir que nosotros vamos a negar los derechos gremiales y sindicales. ¡Nosotros, compañeros, que somos el Gobierno de los Trabajadores! Pero, una cosa es usar los derechos y otra es utilizar malévolamente pseudo derechos para pretender parar un país o pretextos de atropello a los derechos de asociaciones, ni siquiera de sindicatos, de gremios, o confederaciones, como es el caso de los transportistas.

Compañeros, Uds. no se imaginan lo que ha significado este paro de los transportistas y del comercio pero fundamentalmente de los transportistas y también la solidaridad de algunos gremios.

Esto tiene una orientación política neta. ¿Por qué no se declararon en huelga los Colegios Profesionales cuando en El Salvador, en el Gobierno de Frei murieron 6 trabajadores y dos mujeres y una de ellas embarazada? ¿Por qué no alegaron los derechos sindicales de los trabajadores cuando les contestaron con plomo a sus demandas económicas? ¿Por qué no se pararon cuando en Pampa Irigoin murieron 11 pobladores y quedaron heridos un número crecido? Así como en El Salvador quedaron heridos más de 35 trabajadores, ¿por qué no se pararon cuando en las calles de Santiago murieron 7 obreros y cuando murieron dos estudiantes en Puente Alto, etcétera? Porque no era problema de clase y hoy es un problema de clase. Hoy es un paro patronal, hoy es un paro de los que tenían el poder económico y el poder político en contra de los trabajadores.

¿En el fondo es contra el Gobierno? ¡No! En el fondo es contra todos los trabajadores porque saben que este es el Gobierno de los Trabajadores.

Este es un paro esencialmente político. Se han utilizado procedimientos que nunca utilizamos nosotros; nosotros, los “agitadores profesionales” ‐como decían ellos‐ jamás recurrimos, como han recurrido ellos, al sabotaje.

Cuando hubo un paro nacional de protesta, nunca alcanzó 24 o 48 horas a lo sumó. Y durante ese paro no hubo destrucción de líneas férreas, de industrias, no hubo ataque en los negocios, ni a las personas.

Hace alrededor de 20 días que padecemos la actitud antipatriótica de un sector obcecado, los errores voluntarios o involuntarios de esos sectores, la incomprensión y la deformación que la prensa y la radio han hecho en un vasto grupo de chilenos. Y por último el sentido de clase de esta gente que a veces es más fuerte, inclusive, en algunos grupos, que el de la clase obrera.

¡Qué habría sido de este país, si el Gobierno no hubiera dispuesto de las instituciones que la Constitución le otorga: Carabineros e Investigaciones primero, para detener las asonadas que a lo largo del país se realizaron antes del paro!

Todos ustedes saben cómo se quemaron los neumáticos, fardos de papel, cómo a algunas tiendas lanzaban fardos; mozalbetes irresponsables e inclusive, lumpen pagado.

Todos saben lo que ocurría noche a noche en los barrios altos, ahí en Providencia, y después han venido al paro.

Pero han llegado más allá. Han roto las líneas férreas ha habido descarrilamientos, ha muerto una mujer y hay 4 heridos graves, según el descarrilamiento cerca de Valdivia. Ha habido atentados directos contra empresas y contra comercios, contra transportistas que siguieron trabajando o que empezaron a trabajar. A dos estudiantes, en trabajos voluntarios, le quebraron a uno un brazo y otro está a punto de perder un ojo. Y así sucesivamente.

¡52 atentados! El que pudo tener más consecuencia fue el del oleoducto, que por suerte fracasó. El de ENTEL, donde pusieron 4 bombas y quedó herido un oficial de Carabineros capitán Bustamante que, seguramente, quedará lisiado para el resto de su vida. Lo mandaremos donde sea necesario, donde tengan experiencia de injerto muscular para que ese hombre, que cumplía con su deber recupere su pierna izquierda que está brutalmente lesionada. Ahí está a metros de él, un cabo de Carabineros, herido también, y un armero, que podríamos considerar un héroe del trabajo; fue herido al desarmar la primera bomba, siguió trabajando para desarmar el resto y no se vino abajo la torre ENTEL.

¿Qué querían? Cortar la transmisión del Canal Nacional. Dejar sin información a un vasto porcentaje de las provincias centro‐sureñas donde la vieja oligarquía terrateniente todavía tiene la insolencia de los caballeros feudales.

Todo esto lo hemos visto, compañeros. Hemos visto las dificultades del abastecimiento.

Piensen ustedes: en Santiago se consumen todos los días 4 millones de litros de bencina ¡4 millones de litros de bencina! y 500 mil litros de aceite para las empresas y las industrias.

¿Qué habría sido de nosotros de no contar con la Marina de Guerra? ¿Qué habría sido de no contar con la Aviación? Que ha puesto todos sus aviones para transportar funcionarios, para transportar carne, para traer desde la Argentina o para llevar al Norte. ¿Qué habría sido de nosotros sin el Ejército con sus camiones, con sus organizaciones terrestres, con sus soldados, sus oficiales y sus jefes, sin el toque de queda? ¿Qué habría sido de nosotros sin Carabineros que trabajaron durante casi dos meses, doce, catorce horas diarias? e Investigaciones que cumple una labor más silenciosa, pero brutalmente pesada, también.

¿Y qué habría sido de este país, sin Uds. sin la clase obrera, sin los trabajadores del campo, los empleados, los técnicos y profesionales leales pero fundamentalmente sin los obreros? ¡Qué mejor respuesta, que bofetada más bien pegada… en la boca! (Risas y aplausos).

Bueno, dije: “en la boca” pues, aquí hay una joven y buena moza periodista tomando notas, para que no ponga jeta (Risas) ¡Qué bofetada más bien pegada en la boquita (Risas) la respuesta de los trabajadores! ¡Ni una fábrica parada! Y el osado patrón que quiso pararla se encontró con que se la abrieron y está trabajando, y está requisada y va a sudar tinta para que se la devolvamos. (Risas y aplausos).

Va a tener que presentarse a la Justicia. Nosotros nos presentaremos para denunciarlo por deliberada disminución de la producción y atentado contra la economía nacional. Es decir, recurriremos a todos los resortes legales para que algún día también reciban una sanción.

¡No es posible compañeros! Vean Uds. falta de transporte en los campos ¿qué significa? Que no ha llegado la semilla, que no ha llegado el salitre, que no ha llegado el abono compuesto, que no ha llegado el alimento para los planes avícolas. El próximo año tendremos mucho, mucho, mucho menos trigo. El próximo año tendremos mucho menos maíz.

El próximo año tendremos mucho menos aves, porque los planes avícolas se estaban desarrollando, por primera vez, en forma planificada en este país, se han visto compañeros, detenidos por la falta de alimentos.

Primero, porque aquí no existe y había que comprar en el extranjero con dificultades pues no tenemos dólares, porque el precio del cobre ha bajado, porque los bancos norteamericanos no nos dan créditos, porque la demanda de la Kennecott, crea toda una incertidumbre comercial.

Y en los momentos en que el país es agredido brutalmente por el imperialismo, aquí, malos chilenos, plantean sus problemas pseudo ‐gremiales para conspirar ‐ese es el fondo de la realidad‐ contra el Gobierno Popular.

Por eso, compañeros, la respuesta del pueblo ha defendido a Chile. La conciencia de la clase obrera y de los trabajadores.

Y por eso, si los obreros y las obreras, si los campesinos han respondido, si los empleados lo han hecho y también los profesionales, deben saber Uds. que actualmente en los hospitales de 100 médicos, trabajan 35 promedio a lo largo de Chile.

Hay provincias en que hay tantos médicos reaccionarios, que de 100 médicos trabajan 10. Pero esos 10 médicos están haciendo el trabajo de los otros 90.

Piensen lo que significa atender, compañeros, el trabajo de 90 médicos, atendido por 10 médicos, además del trabajo que ellos hacían, Y ahí están los colegas que tienen una conciencia solidaria. No con el Gobierno, sino con el pueblo, con Chile.

Lo mismo pasa con enfermeras, matronas. Un esfuerzo enorme, compañeros. Por eso se ha creado el “Frente Patriótico de los Profesionales”. Así como se ha creado la Agrupación de los Voluntarios de la Patria que fundamentalmente agrupa a los estudiantes: 25 mil a 35 mil estudiantes se han movilizado en Chile para cargar, para descargar; para ayudar, para trabajar, para tejer, para hilvanar, Aquí hoy día, tienen Uds. compañeros que hacen trabajos voluntarios, que han venido de CODELCO, que han venido de Calzados “Guante”.

Bueno, aquí ha nacido un Chile nuevo, de las dificultades, una conciencia distinta. Estos 21 días han profundizado el proceso revolucionario más que en los años de discursos. Estos 21 días que ellos creyeron que iban a ser fatales para nosotros, serán definitivamente fatales para ellos, porque el pueblo ha aprendido lo que es su fuerza, su capacidad, ha acentuado su espíritu de sacrificio, ha demostrado que tienen visión del futuro, y más que nada una gran responsabilidad.

A mí me critican y me criticaban: “¡Saque los trabajadores a la calle!” “Los compañeros obreros tienen confianza en Ud., Presidente, ¡sáquelos a la calle!” ¿Para qué? ¿Para qué los voy a sacar a las calles? ¿Para que los provoquen, para que los baleen los fascistas, para que tenga que intervenir la fuerza pública y para que la propia fuerza pública, sin saber quiénes son los que están peleando, balee a trabajadores miembros del Gobierno? No, compañeros, para eso están las fuerzas del orden: Carabineros e Investigaciones. Para eso funcionalmente también pueden intervenir las Fuerzas Armadas.

Los trabajadores están en otro frente, tanto más importante que ese frente, el frente de la producción, el frente de la vigilancia revolucionaria, en la escuela, en el taller, en la casa, en la empresa, en la industria, en el barrio, en el campo.

Ahí están los trabajadores. Ese es su frente y en ese frente tienen que quedarse ¿hasta cuándo? hasta cuando veamos si es necesario que salgan; pero no van a salir, sino que para ayudar a las fuerzas de orden, para estar a las órdenes de las fuerzas de orden, que es muy distinto.

¡Ah, ellos quisieran que yo lanzara a 10 mil trabajadores del Cordón Cerrillos, por ejemplo, que en media hora podemos movilizarlos y que abriéramos en 3 horas todo el centro de Santiago!

No, porque eso les permitiría justificar las mil provocaciones que harían. No vamos a caer en el garlito, compañeros. Tenemos demasiada experiencia de lo ocurrido en otros pueblos.

Pero una actitud vigilante, sí, consiente, sí. Estamos frente a una amenaza fascista, compañeros.

Si a este Gobierno lo derrumbaran ¿qué vendría aquí? La más brutal y negra dictadura. La más brutal dictadura.

¿Quiénes pagarían las consecuencias? Los trabajadores y sus mujeres.

Personalmente, compañero, ¿qué puedo yo esperar de la vida? Nada, lo he tenido todo, en función del pueblo, como tarea, no como ventaja personal. Pero a mí me preocupa ¿qué? ¿Mi pellejo? No. Soy médico, sé perfectamente bien cuál es el destino del hombre, tarde o temprano a todos nos llega la muerte. No tengo pasta de apóstol ni de mesías, ni de mártir, compañeros. No tengo pasta de mártir, ni de apóstol, ni de mesías. Tengo pasta de dirigente revolucionario. Por eso sé cuál es mi obligación. Y por eso, no me entrego tampoco para que me carneen. Les va a costar mucho alcanzarme. (Aplausos).

Por eso digo, compañeros ¿quiénes defendían a este Gobierno, quienes apoyan Constitucionalmente a este Gobierno?

Las Fuerzas Armadas, Carabineros, e Investigaciones, el pueblo expresado en la Central Única de Trabajadores, en sus partidos políticos. Por ese motivo, el nuevo Gabinete integrado por representantes de las Fuerzas Armadas, por la Central Única de Trabajadores y los partidos populares. Y por eso estamos encarando la solución de este pseudo paro, que sin ser paro ha sido lo más caro que ha tenido Chile en su historia. Cerca de 130 millones de dólares y más de 4 mil millones de escudos ya nos cuesta.

Piensen Uds., por ejemplo, cuánto se ha dejado de recibir en impuesto a la compra‐venta en estos 20 días que ha estado el comercio cerrado.

Pero, piensen otra cosa, ¿quién paga? ¿De dónde sale la plata para mantener sin trabajar a los miles de transportistas que están detenidos? O ganaban demasiado o reciben moscas. (Risas)

¿De dónde el panal? ¡Cómo es posible que los comerciantes que tienen 20 días sus negocios paralizados, puedan pagar a sus empleados con sueldos reajustados! O ganaban en exceso o reciben platita. ¿Y de dónde? ¿Quién pecatas mea? (Risas). ¿Cómo el dicho ese? de donde pecatas mea. No mejor el otro: “Sacristán que vende cera y no tiene cerería, de donde pecatas mea si no es de la sacristía”. (Risas y aplausos).

Esta es una cosa muy vieja. “Sacristán que vende velas y no tiene cerería, de dónde prepara las velas sino de la sacristía”. (Risas) Esa frase con la palabra meas es del latín ¿no? Cualquiera similitud fonética no tiene nada que ver con lo otro. (Risas y aplausos)

Compañeros, ¡vamos a ver! Preguntas, tienen 20 minutos para preguntarme, porque tengo que ir a presidir una Sesión del Consejo de Gabinete a pesar de que es día sábado. A ver, pues, diálogo, diálogo.

 

Pregunta: ¿Hay alguna resolución tomada, compañero, contra los comerciantes extranjeros que están en Chile saboteando la producción?

 

Presidente Allende: Compañero, es un problema que yo planté y hay que distinguir dos cosas, el comerciante extranjero dirigente de la organización de los gremios que están en paro y el comerciante extranjero que deliberadamente no quiere abrir su tienda. Pero hay que pensar que también se ha desatado un terror psicológico y una agresión brutal.

Al comerciante que quiere trabajar se le presiona; hay grupos de choque que le rompen sus vitrinas, se le coloca en el índex de los indeseables, se les denuncia, como es el caso en Valparaíso, de García Cano, una de las tiendas más conocidas en Valparaíso, el padre y el abuelo eran comerciantes. Este hombre abrió, es simpatizante de izquierda, le hicieron pedazos gran parte de su tienda. Enseguida le quemaron su automóvil. Él es chileno, tercera generación. Hay que ponerse también en la mentalidad de un extranjero presionado por chilenos, entonces ese caso, compañeros, hay que estudiarlo.

Pero, por ejemplo a unos hindúes que en Magallanes cerraron pero que además tenían antecedentes ¿no? los pusimos en la frontera porque tenían antecedentes. Hay que tener cuidado con eso, no se puede proceder al voleo, hay que estudiar caso por caso, porque si no se puede cometer brutales injusticias. Otra pregunta.

 

Pregunta: Compañero Presidente, que los reaccionarios que hacen atentados criminales, en las líneas férreas, ENDESA, etc. que no salgan bajo fianza por E°300 o un millón de pesos, que sigan encarcelados, compañero. ¿Cuál es la razón que salga, compañero?

 

Presidente Allende: Este es el problema, que yo les decía, en líneas generales. Nosotros hacemos un proceso revolucionario dentro de la Constitución y de la Ley.

El Estado chileno está constituido por tres poderes: El Poder Ejecutivo, representado por el Compañero Presidente, el Poder Legislativo, representado por el Congreso Nacional, y el Poder Judicial que es un poder independiente, autónomo.

Yo no puedo encarcelar a nadie ni puedo liberar a nadie de la cárcel, sino por un indulto que tiene que cumplirse con determinadas circunstancias. Por lo tanto, es el Poder Judicial el responsable y yo no puedo hacer nada más que denunciar todavía y muy gravemente, para no caer en el atropello de un Poder independiente, de lo que ocurre. Pero usted tiene la razón.

Y más que eso. Por ejemplo, se ha detenido una noche en Santiago 600 y tantas personas, que estaban quemando neumáticos, fardos, hicieron barricadas y al día siguiente salieron en libertad 599, quedó uno preso. (Risas). Y no se quedó preso, por eso, sino porque era “lola”. (Risas) Vean ustedes lo difícil que es eso. El Poder Judicial es independiente, y yo ni siquiera puedo criticarlo aquí, que conste ¿no? que quede bien en claro compañera periodista, que no he criticado el Poder Judicial. Otra pregunta.

 

Pregunta: Compañero, ¿qué consecuencias acarrearía, el que se hiciera una acusación Constitucional, en contra del Compañero Presidente, por parte de la reacción?

 

Presidente Allende: Lo harían a sabiendas que no pueden destituirme, porque no tienen los dos tercios del Congreso. Lo harían para desprestigiar al Gobierno internacionalmente, sobre todo; no para crear una gran agitación en contra mía, sino en contra del Gobierno, de los trabajadores, para crear la sensación de caos. Ellos saben que no tienen los dos tercios, que no pueden destituirme.

Y por eso, es que al comienzo ellos hicieron una gran campaña para las elecciones y después se entibiaron algunos de ellos, se dieron cuenta de que las elecciones de marzo ‐y yo pienso- aunque se pongan flecos, no van a sacar los dos tercios jamás. En las elecciones de marzo si el pueblo responde, nosotros podemos tener una alta votación. Ellos tienen conciencia de eso; entonces crean este clima, si al pueblo no se le explica, si el pueblo no entiende, si la compañera sabe, o no sabe, que mañana ‐y posiblemente ocurra mañana‐ no va a tener pan, no es por culpa del Gobierno, que resulta que el barco que trae el trigo no puede desembarcarlo porque el muelle está ocupado por otros barcos y esos barcos no desembarcaron las mercaderías que traían, porque las bodegas están atochadas y las bodegas están llenas de cosas porque faltan los camiones y porque no tenemos cómo transportarlos, pese a que los ferrocarriles han multiplicado su eficacia. Entonces, es un círculo vicioso.

Tenemos harina en los molinos y no tenemos harina en las panaderías, porque no tenemos camiones para llevar la harina a los molinos a la panadería. Pero, la compañera que está haciendo la cola, no tiene idea de esto. Claro si le han explicado, si ha observado, si su compañero que trabaja, que conversa, que se da cuenta, que es dirigente o ha sido, por último, que está acostumbrado a la lucha sindical, no le ha dado a la compañera estos antecedentes, la compañera dirá: “¡pero, para que sirve este Gobierno entonces, si no hay pan!”.

Es muy difícil que la gente entienda ese axioma: “No sólo de pan vive el hombre”, pero la verdad es que a todo el mundo le gusta el pan. Y puede ser que falte el pan, pero no por culpa del Gobierno. ¿Por culpa de quién? de los transportistas, de los huelguistas, de los que han parado, de los que han hecho un movimiento solidario.

Es posible que pasada esta etapa, nosotros tengamos que decir que no se importa más carne de vacuno, por ejemplo.

Aquí debe haber gran cantidad de compañeras, que muy pocas veces en su vida, posiblemente ahora último, le han pegado su mascadita, a un lomo, a un filete, a lo sumo a la cazuela, etc.

Bueno, para el pueblo no comer carne de vacuno, no es una novedad, se pueden quedar sin carne de vacuno, a quienes les duele es allá arriba. Allá arriba están acostumbrados a mascar filete todos los días. A ellos sí que les va a doler cuando no masquen filete ni lomo. Al pueblo no; pero el pueblo debe entender que es justa la medida, que es algo distinto.

Pero, para responderle al compañero, saboteador que pillemos, bueno, por muy independiente que sea el Poder Judicial, suponemos que será sancionado, porque ¡ya sería demasiado!

Además, desde el punto de vista de las órdenes militares, así como el que no obedece el “Toque de Queda” se le dispara, al saboteador que se le sorprenda y huye, también debe disparársele y yo no tendré el temor de dar la orden por escrito. Así como no se le puede castigar al que se entregó sin esperar el fallo de la justicia. El que estaba saboteando y huye es más delincuente que el que no obedece el “Toque de Queda”. En eso está, la actitud de las medidas que se tomen y qué drásticas, duras, pero justas y sobre todo que la gente entienda las responsabilidades.

Pero también están los ojos vigilantes del pueblo, por último cuántos son los soldados que hay en Santiago en este momento, debe haber 10 mil a 12 mil y tienen que hacer tres turnos, etc.

Pero aquí hay un millón de trabajadores, en Santiago, un millón, con sus mujeres pueden ser un millón y medio, y entre ese millón hay 500 mil que tienen mujeres (Risas y aplausos), pueden ser más de tres millones, si contamos la hija, la hermana, la abuela (Risas), no ven que son mal pensados.

Sí compañeros, en Santiago son más o menos tres millones y medio de personas. Por lo menos hay dos millones y medio de trabajadores y sus familias, ojos vigilantes, ahí están los comités de defensa y vigilancia. No para espiar cómo vive el enemigo, sino para impedir que el enemigo haga las cosas centra los trabajadores y contra Chile. ¡Ah eso sí que les duele! Ah ¡no Comités de Vigilancia! ¡Jamás!

¡Los JAP tampoco! porque se dan cuenta que ahí está la base organización del pueblo. ¡Ah! pero ellos tienen una organización que se llama PROTECO. Ellos sí que la tienen, y por ahí hay un folleto, hay una organización paramilitar.

Ellos dan la orden ‐inclusive- “hay que guardar tantos litros de bencina, tantos litros de parafina hay que llenar los baños, con agua, hay que tener alcohol, hay que tener alimentos para ocho días, hay que llenar los refrigeradores”. ¿Qué hay que decir a la gente del pueblo?

¿Qué tenga alimentos para 8 días si no tiene refrigerador? (Risas). La gente compra un día y lo que no se lo comen en dos días se les pudre. Bueno, esa es la diferencia. Pero hay que razonar, hay que mirar, hay que ver.

 

Pregunta: Me refiero a los negocios chicos, de poblaciones, que no tienen mercaderías que vender a los pobladores. El mercado negro está lleno y abastecido de mercaderías, y así destruyen a los negocios chicos. Venden a precios a cómo deberían hacerlo los comerciantes instalados con negocios y estos van a trabajar plata por plata. Yo pregunto, ¿cómo se van a abastecer los negocios chicos de poblaciones, que no tienen qué vender?

 

Presidente Allende: Compañero, calcule usted las dificultades que hemos tenido que enfrentar para llevar alimentos, fundamentalmente alimentos, y muy poca mercadería a 800 o un millón de chilenos ¿Con qué lo hacemos? ¿Qué organización había para eso? Ninguna. ¡Ninguna organización! no la tiene el Ejército, no la tienen los Carabineros. No puede usarse al Ejército para eso, porque si no desguarnecemos el orden público ¿Cómo lo hicimos? a través de DINAC (Distribuidora Nacional) y tuvimos que buscar una flota de camiones y enseguida empezar a distribuir algunos negocios chicos que querían abrir y enseguida a través de las JAP, a través de vecinos, a través de las organizaciones.

Hoy día yo tuve Consejo de Gabinete y el Ministro de la Vivienda me dijo que él había ido a 7 poblaciones, y las 7 poblaciones estaban bien abastecidas. Y lo que era mejor a precios oficiales.

Yo no fumo pero me habló de los cigarrillos Lucky Strike que valen 7 escudos, creo, y lo están vendiendo a 18 escudos.

Me habló del kilogramo de papas, cómo especulaban, y ahora está al precio oficial.

¡Pero, piensen en las dificultades compañeros! ¿Con qué hemos hecho esas cosas?

Improvisando, así como improvisan Uds. repuestos, improvisando. Si no hay ningún organismo capaz de hacerlo ¿Quién se imaginó que en un momento determinado se iba a paralizar el transporte, el comercio, los médicos, los arquitectos en un porcentaje determinado, igual médicos, arquitectos, los profesionales? Nadie se imaginó eso.

Y sin embargo frente a esa realidad el país no se ha parado. No se paró y eso es una gran cosa ya, reconocerlo. Que ha habido sacrificios, ha tenido sacrificio. Pero, el pueblo tiene que sacrificarse siempre. Pero el pueblo sabe por qué se sacrifica, ahora.

Pero, en este caso más están derrotadas las viejitas del barrio alto, porque tienen que hacer unas colas tremendas para ir a los ALMAC. ¡Tremendas!

Por ejemplo, no porque previera que esto iba a ocurrir, sino porque sabía que en Chile faltaban alimentos, me empeñé hace ocho meses en que vinieran los barcos soviéticos, y personalmente me empeñé en ello.

El compañero Martones, un buen Ministro, estuvo en Moscú y vio personalmente a los dirigentes al Gobierno soviético; conversé con el Embajador. Y llegaron los barcos soviéticos.

¡Qué campaña más brutal! ¡Qué los barcos soviéticos eran barcos espías! ¡Que en cada barco soviético venían poco menos que especialistas submarinistas, torpedistas! ¡Qué sé yo! Que venían a estudiar las costas de Chile para establecer bases navales. (Risas).

Después dijeron que iban a arruinar nuestra flora y nuestra fauna marítima. Cuando ya empezó a salir la pescada, dijeron que tenía mal olor, mala presentación, y que hacía mal, que no comieran ese pescado.

Compañeros, ¿saben Uds. cuántas toneladas de pescado y de marisco consume Santiago diariamente? Cien toneladas diarias, cien toneladas diarias son 100 mil kilos y sepan que si no hubiera sido por los barcos soviéticos habríamos estado bastante embromados, porque con los barcos soviéticos se ha aumentado la pesca en un alto porcentaje.

Además quisieron crearnos problemas con los pescadores artesanales. Dijeron que los íbamos a arruinar con los barcos soviéticos. Tuvimos que crear conciencia entre los pescadores artesanales que no. Hubo un momento en que me denunciaron que se iban a tomar los pescadores artesanales un barco soviético en Valparaíso. ¡Cómo habría sido la propaganda!

Tuvo que ir el Ministro y explicarles. Hubo un Congreso de Pescadores. La gente entendió.

Enseguida nosotros bonificamos a los pescadores artesanales, fuera de darles créditos para que compren sus redes, sus motores y construyan sus botes o sus lanchas, y quedaron contentos. Y ahora ellos pescan más que antes y lo venden todo.

Todavía hay un problema muy serios es la especulación con los precios. Ahí hay en el Terminal Pesquero, hay una especie de bolsa de mariscos. El que compra una caja a 20 y sale con ella, por ahí le dicen: “¿Cuánto te costó? Me costó, qué se yo, 50 escudos. Te doy 53, el otro le dice, te doy 55, el otro le dice, te doy 60”.

Y ahí el hombre en un minuto se gana 5 o 6 escudos de diferencia.

Y el que pagó 60 claro, la va a vender a 80 a otro comerciante y ese la vende al público afuera.

¡Y qué! Vamos a tener en cada puerto un empleado de DIRINCO. No podemos; conciencia de pueblo, organización del pueblo, conciencia de los trabajadores. Y, además, tomar algunas medidas. Y sigue la especulación desmedida.

¿Qué hay? bueno, habrá que intervenir la Vega, pondremos a un Comandante, o un General de Carabineros, o un General de Ejército en la Vega. Y así sucesivamente.

Pero, la gente está acostumbrada al régimen capitalista. Y el régimen capitalista se rige por la utilidad, por la ganancia, lícita o ilícita; el padrón mide lo que vale la persona en lo que tiene en dinero, en el régimen capitalista. Hay otros valores que la gente todavía no entiende. A esos valores nosotros queremos darle realce, compañeros.

Eso es lo que se llama el humanismo Socialista compañeros Pero habría que estar horas hablando de eso y no tengo tiempo, no tengo ganas y tengo hambre. (Risas y aplausos).

Mucho gusto de haber estado con ustedes. (Gritos de: ¡Igualmente Compañero!)

No hay más preguntas, está la disciplina militar, compañeros, vamos Comandante (Aplausos y vítores).