Salvador Allende

Palabras en la Industria “FIAP-Tomé” 


Pronunciado: El 11 de febrero de 1972.
Versión digital: Eduardo Rivas, 2015.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 3 de febrero de 2016.


Muy queridas compañeras, y estimados compañeros:

La verdad estricta, es que estoy bastante cansado con el amplio programa que incluye esta visita a Concepción. Sin embargo, quiero aprovechar estos minutos, para decirles que tengo el agrado de comprobar, que aquí en FIAP, como en Paños Bellavista Tomé, como en el carbón, como en la CAP, los trabajadores han comprendido su responsabilidad y han sido capaces de producir más, de aumentar los niveles de producción.

Es muy importante, que esto, no sólo se mantenga, sino que se incremente. Existe una crisis, ya, intencionada. En alto porcentaje injusta, en otro porcentaje mucho menos justa.

Reconocemos que faltan algunas cosas en el país. Y faltan, compañeros, porque se ha aumentado notablemente el poder de compra de las masas populares chilenas, con la política de redistribución del ingreso, favoreciendo sobre todo a los sectores que tenían muy bajas rentas. Con el hecho de que hoy día hay 200 mil cesantes que están trabajando. Lo que antes ocurría era que las vitrinas estaban llenas y poca gente podía comprar. Hoy las vitrinas no están vacías, pero mucha más gente se ve comprando y, a pesar de que hemos aumentado como en esta fábrica la producción (porque nosotros dijimos, que era la capacidad ociosa de la fábrica, que se ha puesto en marcha) siempre hay mayor demanda.

Además, en algunos artículos se ha producido una verdadera psicosis intencionada, diciendo que no se iban a producir más determinadas telas. Entonces, gente que tiene mucho poder de compra que necesitaban 6 metros compra 15 metros.

Y así, sucesivamente, gente que va a la farmacia y que necesita comprar un tarro de leche “Nido”, compra 10 tarros de leche, porque dicen que ya no va a haber más leche “Nido”. Ahora están diciendo que no habrá más insulina, que falta insulina. No es cierto, hay insulina. Pero, si acaso todos los diabéticos que antes compraban una caja, ahora se compran 15 o 10 cajas, es posible que llegue a faltar.

A ello se agrega compañeros, que este es uno de los países más baratos del mundo.

Lamentablemente, hay una industria muy poderosa que es el contrabando, y hay malos chilenos que se prestan para eso, y hay extranjeros que nos desvalijan.

Nosotros, no es que no queramos que vengan turistas extranjeros, pero deseamos que no abusen de Chile. Con lo que cuesta un par de zapatos en Argentina, aquí se compran cinco.

Con lo que cuesta una camisa en Argentina, aquí se compran tres o cuatro.

 

Las empresas son del pueblo

Entonces, compañeros Uds., tienen que entender estos problemas. Comprender el caso de los reajustes. No porque esta empresa esté en manos de Uds., ella les pertenece. No es de Uds.

Esta empresa es del pueblo. Y Uds., forman parte del pueblo.

Si acaso Uds. quisieran que se aumentaran los salarios, en niveles que no corresponden, por el hecho de que Uds. son los que la administran, entonces compañeros, se produciría un fenómeno en cadena y en todas las empresas textiles tendríamos el mismo problema.

Si hay algo que nos da vergüenza es que los empleados de HIRMAS hayan estado en huelga 28 días. Una empresa estatizada, en donde las cosas tienen que discutirse de manera diferente, no puede declararse en huelga, porque siempre se encontrará la solución. ¡Siempre!

Estudiando la realidad de la empresa, viendo cuáles son los costos, viendo cuánta utilidad, viendo cuál es el compromiso CUT Gobierno, cuál es el promedio de aumento del sector público, etc.

¿Qué habría significado la huelga de Chuquicamata? Un fracaso para el Gobierno y una lesión económica brutal para el país, que habría pesado sobre la vida de Uds.

Compañeros, por eso es que un hombre que tiene la responsabilidad que tengo yo y que me la han entregado Uds. tiene la obligación de hablar con claridad y decirles a los trabajadores, que estamos abriendo un proceso, un camino, que es tan distinto. ¡Cómo no va a ser agradable este mundo que quiero para mis compañeros! ¡Cuándo a un Presidente le decían las mujeres: suba compañero! Y yo voy a subir (Risas). ¿Cuándo ha venido un Presidente a decirles, compañeras: cumplimos con Uds., cuándo? Venían como candidatos. Ahora yo vengo como Presidente a decirles, compañeras: hemos cumplido. Y así puedo ir al carbón, al salitre, al hierro, al cobre. (Aplausos).

 

Reajustes sin “tejo pasado”

Pero, también, tengo que decirles compañeros, que en esto de los reajustes no se puede jugar al “tejo pasado”; porque, les repito es una vergüenza.

En esos días tuve mucho trabajo, y le critiqué al compañero Ministro del Trabajo que no me hubiera avisado. Yo habría ido a “Hirmas”. Estoy seguro que en media hora habría arreglado el conflicto con los trabajadores.

Lamentablemente, ¿cuánto significa la menor producción? Ahora me prometieron que iban a recuperar el tiempo que no habían trabajado. No sé si lo van a hacer.

Entonces, compañeras, yo les ruego a Uds. que piensen bien. No sé cuándo corresponda, aquí, discutir el pliego. Entré y les encontré olor a pliego. (Risas).

No se puede. ¿Por qué? Porque, imaginémonos si aquí se tira el “tejo pasado” ¿qué pasa en el resto de las industrias?

Ahora Uds. no sólo ganan en los aumentos de salarios, ganan en la asignación familiar, ganan con la no alza de los precios. Hemos tenido que subir algunos precios: por primera vez en la historia de Chile, hemos dado una compensación.

Pero si nosotros les aumentáramos a Uds., por ejemplo, un 60 o 70%, tendríamos que aumentarle al resto de las empresas textiles. Y, ¿qué pasaría? Que Uds. tendrían muchos billetes en el bolsillo, pero no habría en qué invertir esos billetes. Y lamentablemente, los aumentos de sueldos y salarios obreros, en un porcentaje alto, no los gastan en cosas para la casa. No los gastan en servicio, en ropa, en paños, en toallas, no los gastan en poner mejor toilette.

No lo usan en comprarle algo a la viejita, ¿no? porque a las viejitas hay que llevarles cositas de regalo de vez en cuando. Si las viejitas trabajan para Uds., les hacen la comida, compañeros.

Son las madres de sus hijos; son sus compañeras. Es seguro que hace años que algunos de Uds., no le hace un regalito a la vieja. Ahora le van a dar un regalo a nombre mío. ¿Sí o no?

Bueno, tiene que ser así compañeros.

Esa es la vida; en cambio, muchos trabajadores, ¿qué es lo que han hecho?; se toman la plata.

 

Aumento de consumo

El consumo del vino y cigarrillos ha aumentado brutalmente en Chile.

¿Por qué no hay cigarrillos? Porque alguien que compraba un paquete o dos o tres a la semana, ahora se da el lujo de comprarse un paquete todos los días. Y, hay gente que fuma a pleno sol. ¿No es cierto?

Ese es el problema, antes se tomaban una cerveza al día o dos; ahora se toman 10, y todavía ni siquiera se toman una a mi salud sino ¡Pum! (Risas)

Esas cosas tienen que entenderlas ¿Saben Uds., cuánto ha aumentado la producción de cerveza? Un 45%, y no hay cerveza en muchas fuentes de soda. ¿Por qué? Porque le ha bajado una sed a la gente increíble, porque tienen más platita en el bolsillo. Porque si un país no está preparado para aumentar el consumo, tan bruscamente, la gente tiene que entender, tiene que ayudar.

Cuando hay carne, con esa campaña de que no va a haber más carne. Que va a subir el precio de la carne, ¿qué pasa? Que una serie de gente de la burguesía que tiene refrigerador y que si compraba antes 3 kilos de carne a la semana, ahora compran 10, compran 15 kilos y los guarda ahí; y tiene carne para 6 meses lo cual no significa que al a semana siguiente no vuelva a comprar carne; entonces, está acaparando el producto.

Nosotros no queremos ir al racionamiento todavía porque es difícil que la gente lo entienda. El chileno no está acostumbrado a esas cosas.

Cuando un pueblo ha ganado la Revolución, con sacrificio de miles de vidas, luchando con las armas en la mano, ese pueblo está más propenso al sacrificio.

Nosotros hemos ganado la Revolución de otra manera; de la única manera que podría hacerse en Chile. Y esta manera es mejor, porque no hay costos de vidas; porque no hay sacrificios innecesarios; porque no se ha desquiciado la economía; porque en una guerra civil, compañeros, muere mucha gente, y la economía se perjudica.

 

Guerra de intereses

Pero, aquí estamos en una guerra. Ahora mismo. ¿Qué es lo que dice el Presidente de los EE.UU.?

“Chile es un país dirigido por gente seria, pero que piensa muy distinto a nosotros”. Y enseguida, agrega: “lo que han hecho con la nacionalización, representa desconocimiento de las obligaciones internacionales”.

Estamos enfrentados a un problema que se va a hacer evidente. Hace 48 horas, nos embargaron algunos dólares que teníamos en EE.UU., en las cuentas de CODELCO.

Seguramente, nos van a embargar los repuestos. Esta es una guerra muy profunda, contra intereses muy poderosos, nacionales y extranjeros. La respuesta tiene que ser trabajar y esforzarse más. Lo cual no significa, compañeros, que no tengan derecho a la alegría, al descanso; al contrario. Aquí estamos haciendo lo posible para que haya veraneos populares, y ahí estamos mejorando la atención médica para los hijos de Uds., más que para Uds., porque faltan médicos, porque faltan matronas, porque faltan enfermeras. Lo poco que tenemos se lo tenemos que llevar a los niños.

Acabo de estar ahí frente a Bellavista Tomé. Ahí, existía en otra época, un local. No funcionaba, ahora hay 7.000 personas controladas, fundamentalmente, los niños.

Esas son todas ventajas, compañeros; todas son ventajas, que se han conseguido. Y la mayor ventaja: ser dueños, Uds. mismos, de su propia vida. Sentirse Uds. gente consciente, que tiene ahora conocimiento de cómo marcha la empresa. No son una máquina más. Son seres pensantes, pujantes, trabajando a conciencia. Saben Uds. que si falla un compañero perjudica toda la producción, saben cuánto debe esta empresa, como se ha incrementado, es decir, están vinculados al proceso de la vida, y no son un artefacto más.

Eso no tiene precio, compañeros, no tiene valor en monedas, eso se llama dignidad.

Eso no se compra en la farmacia, eso no se vende en el régimen capitalista, eso es consecuencia de un sistema distinto, donde el hombre respeta al hombre y donde el hombre tiene conciencia de lo que él es, y al decir hombre, hablo del hombre y la mujer, genéricamente hablando.

 

Las mujeres y los cambios

Así es que tienen que portarse mucho mejor con las compañeras. Todavía, perdemos elecciones. Somos Gobierno: perdimos.

Fíjense Uds., perdimos la elección. ¿La perdí yo? La perdió el pueblo, y la volvimos a perder con las mujeres. ¿Por qué? Porque Uds. no se preocupan. No le hablan a sus compañeras. Si Uds. son buenos compañeros, buenos esposos, buenos padres, amigos.

¿Qué hombre no tiene una esposa, una madre, una compañera? ¡Qué hombre! y ¡puchas, que hay que ser poco hombre, para no convencer a las mujeres que están al lado de Uds.!

¡Amárrense los pantalones de una vez por todas, o cuéntenselos, pero como hombres! (Aplausos)

Entonces, ¿Cuántos son los obreros y cuántos los empleados? La inmensa mayoría del país, y resulta que nos ganan las elecciones. En hombres ganamos lejos; llegan las mujeres y perdimos.

Esto no lo pueden seguir tomando en broma. Tienen que tomarlo en serio, tienen que preocuparse. Cuando se habla de Revolución, se habla de un proceso de cambios muy profundos, que no sólo está en las estructuras de la sociedad, y en las costumbres de la gente.

Cada uno de Uds. tiene que cambiar, y tiene que demostrarlo en el trabajo.

Pero, sé que aquí hay ausentismo. Sé que aquí funciona el “San Lunes” y lo vamos a terminar. Y yo recibiré, mensualmente, un detalle para saber cuánta gente ha faltado los lunes y me mandarán los nombres, también, para ver quiénes son los sanluneros. Y, moralmente decirle al país: en la FIAP, los lunes faltan diez, quince o veinte personas.

¡Se terminó esto, compañeros. Se terminó!

Yo no falto los lunes a La Moneda. Yo no trabajo ocho horas. A mí no me pagan sobre tiempo.

Por último soy Presidente, podría descansar un poquito, no; yo “me pelo el pucho por Uds., todavía, compañeros, y por este país y Uds. tienen que hacer lo mismo”. (Aplausos)

Así es que, hay compañeros dirigentes sindicales y compañeros que administran esta empresa.

Así es que, responsabilidad, seriedad.

Como se discuten todavía los pliegos, me parece una vergüenza. Deberían discutirse los pliegos en relación con la producción, y la productividad. Debería haber un control en cada sección, y según esto, hacer un reajuste base y según el aumento de la producción, y la productividad de cada trabajador, podría ganar mucho más que un reajuste de un 20, un 30 o un 35%. Pero, eso debería estar en función de la respuesta.

Ahora no es para un patrón, ni para diez patrones, es para Uds. y es para el pueblo de Chile.

Pero, todavía no lo entienden, y todavía estamos con el “tejo pasado”. Y empezamos a discutir, y horas discutiendo. ¡Pero si ahí están los libros!; ahí está la realidad de esta empresa. Si son compañeros de Uds., si son compañeros de Uds. los que dirigen. Si el Ministro del Trabajo es un obrero, y yo soy el compañero de Uds., y esta es una empresa de Uds. porque es del pueblo.

Entonces, ¿por qué hay dificultades? Uds. comprenden que, cuanto quisiéramos nosotros, que ojalá todo el mundo pudiera ganar 3, 4 y 5 millones de pesos o diez.

 

Revolución a conciencia

Pero es imposible. ¿Por qué no hay huelga en los países socialistas? Porque los obreros tienen conciencia de sus problemas, saben lo que es la economía socialista.

Aquí estamos en un término medio, le “echamos pa’delante y le echamos pa’atrás”. Todavía no alcanzamos la Gran Avenida del Socialismo. Porque debemos entender la responsabilidad que tenemos.

Compañeros, yo los felicito por lo que han hecho, pero quisiera felicitarlos por lo que van a hacer. Y decirles una cosa muy seria: No sólo la reacción y el imperialismo, quieren que fracasemos.

La reacción internacional mira con mucha inquietud lo que pasa en Chile; y les gustaría que fracasáramos. Pero si nosotros fracasamos, pasarán muchos años, antes que otro pueblo no digo Chile pueda tener un Gobierno Popular.

El fracaso nuestro, será el fracaso de millones de trabajadores, que miran la experiencia chilena, con un profundo interés. O sea, Uds. tiene una responsabilidad primero, ante su conciencia, ante su familia, ante el pueblo de Chile, ante el Gobierno del cual forman parte.

Este es el Gobierno de Uds. y ahora tienen una conciencia ante millones de trabajadores del mundo. Yo tengo la esperanza de que estarán a la altura de esa responsabilidad.

Y sé que frente a los reajustes, como sé que frente al trabajo, van a esforzarse más y van a producir más, porque están produciendo ahora, para sus hijos y para los hijos del trabajador de Chile. (Aplausos).